jueves, 14 de diciembre de 2017

El nombre de Dios

El Tetragrámaton

¿Cómo se llama Dios?

LO QUE DICE LA GENTE

Muchas personas que se consideran cristianas creen que Dios se llama Jesús. Otros dicen que no es necesario usar el nombre de Dios porque solo hay un Dios Todopoderoso. Incluso hay quien piensa que es inapropiado usar un nombre propio para referirse a él.

LO QUE DICE LA BIBLIA

El Dios todopoderoso no se llama Jesús, porque Jesús no es el Dios todopoderoso. De hecho, cuando Jesús enseñó a orar, usó estas palabras: “Padre, santificado sea tu nombre” (Lucas 11:2). Es más, cuando él le oró a Dios, dijo: “Padre, glorifica tu nombre” (Juan 12:28).
En la Biblia, Dios declara: “Yo soy Jehová. Ese es mi nombre; y a ningún otro daré yo mi propia gloria” (Isaías 42:8). “Jehová” o “Yahvé” son dos traducciones al español de las cuatro consonantes hebreas (YHWH) que forman el nombre de Dios. Este nombre aparece unas siete mil veces en las Escrituras Hebreas o Antiguo Testamento, es decir, muchas veces más que cualquier otro título, como Dios, Todopoderoso Señor. * También es el nombre que más veces aparece, más incluso que el de Abrahán, Moisés o David.
No hay ningún lugar en la Biblia donde Jehová prohíba el uso respetuoso de su nombre. Al contrario, las Escrituras muestran que los siervos de Dios usaban con frecuencia el nombre divino. A veces lo incluían en los nombres que les ponían a sus hijos. Por ejemplo, Elías significa “Mi Dios Es Jehová” y Zacarías, “Jehová Ha Recordado”. Tampoco dudaban en utilizarlo en sus conversaciones diarias (Rut 2:4).
Dios quiere que usemos su nombre. De hecho, en la Biblia se nos dice: “Den gracias a Jehová, invoquen su nombre” (Salmo 105:1). Además, Dios ve con buenos ojos a quienes piensan “en su nombre” (Malaquías 3:16).
“Que la gente sepa que tú, cuyo nombre es Jehová, tú solo eres el Altísimo sobre toda la tierra” (Salmo 83:18).

 ¿Qué significa el nombre de Dios?

Algunos eruditos opinan que en hebreo el nombre Jehová significa “Él Hace que Llegue a Ser”. Según esta definición, él mismo llega a ser, o hace que su creación llegue a ser, lo que sea necesario para cumplir su voluntad. Solamente el Creador todopoderoso merece llevar este nombre.

CÓMO LE BENEFICIA SABER ESTO

Conocer el nombre de Dios cambiará lo que piensa de él. Le resultará más fácil ser su amigo. Al fin y al cabo, ¿cómo podría usted ser amigo de alguien sin saber cómo se llama? Por eso, el que Dios nos haya dicho su nombre demuestra que quiere que nos acerquemos a él (Santiago 4:8).
Puede estar seguro de que Jehová estará a la altura del significado de su nombre, pues siempre ha cumplido sus promesas y siempre las cumplirá. Por esa razón, la Biblia declara: “Los que conocen tu nombre confiarán en ti” (Salmo 9:10). Esa confianza aumenta cuando aprendemos que el nombre de Jehová está estrechamente relacionado con cualidades suyas, como el amor leal, la misericordia, la compasión y la justicia (Éxodo 34:5-7). ¡Cuánto nos anima saber que Jehová siempre cumplirá sus promesas y que nunca hará nada en contra de sus cualidades!
Es evidente que conocer al Dios todopoderoso por su nombre es un privilegio, pues nos beneficiará ahora y en el futuro. Dios promete: “Lo protegeré porque ha llegado a conocer mi nombre” (Salmo 91:14).
“Todo el que invoque el nombre de Jehová escapará salvo” (Joel 2:32).
El nombre de Dios en varios idiomas
El nombre de Dios en varios idiomas

miércoles, 13 de diciembre de 2017

¿Está el mundo fuera de control?


El Reloj del Juicio Final

Buenos Días he estado mucho tiempo fuera de estos medio, digamos que había perdido mi rumbo, pero ya estoy de vuelta y les traigo un tema importante, ¿esta fuera de control el mundo? creo que todos alguna vez pensamos eso y nos damos cuenta que todo esta de mal en peor, pero ¿Por qué parece que el mundo está cada vez peor? La Biblia dice: “No pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso” (Jeremías 10:23).este articulo esta tomado de la revista 

Núm. 6, 2017 | ¿Está el mundo fuera de control? publicada por los Testigos de Jehova .


¿Está el mundo fuera de control o no?

EL AÑO 2017 comenzó con una sombría declaración de la comunidad científica. En enero, un grupo de científicos afirmó que se ha acercado la hora de la peor catástrofe de la historia mundial. Para indicar lo cerca que estamos de un desastre global, los científicos adelantaron treinta segundos el minutero del simbólico “Reloj del Juicio Final”. Actualmente, el “Reloj del Juicio Final” está a tan solo dos minutos y medio de la medianoche, lo más cerca que ha estado del desastre en más de sesenta años.
En el 2018, los científicos analizarán de nuevo lo cerca que estamos del fin del mundo tal y como lo conocemos. ¿Seguirá marcando el “Reloj del Juicio Final” una catástrofe inminente y sin precedentes? ¿Usted qué opina? ¿Está el mundo fuera de control? Quizás le parezca una pregunta difícil de contestar. A fin de cuentas, ni siquiera los expertos se ponen de acuerdo. No todas las personas creen que el fin del mundo sea inevitable.
De hecho, millones creen en un futuro maravilloso. Afirman que hay pruebas de que la humanidad y nuestro planeta siempre existirán y de que la calidad de vida mejorará. ¿Son convincentes esas pruebas? ¿Está el mundo fuera de control o no?


En busca de respuestas

SI A usted le inquieta o le asusta la constante avalancha de malas noticias, no es el único. En el 2014, Barack Obama, el entonces presidente de Estados Unidos, comentó que, debido a las malas noticias que aparecen en la prensa, muchos han llegado a la conclusión de que “el mundo está girando [...] demasiado deprisa y nadie puede controlarlo”.
Sin embargo, poco después de esas declaraciones, él mismo habló con auténtica pasión sobre las medidas que se habían puesto en marcha para solucionar muchos de los problemas mundiales. Calificó algunas iniciativas gubernamentales de “buenas noticias” y dijo que se sentía “totalmente esperanzado” y “muy optimista”. En otras palabras, afirmó que las nobles iniciativas humanas lograrán controlar el mundo y evitar una catástrofe global.
Muchos comparten su optimismo. Algunos confían en los científicos, pues predicen rápidos adelantos tecnológicos que prometen resolver los problemas de la humanidad. Un especialista en tecnología digital e innovación pronosticó que, para el año 2030, “nuestra tecnología será mil veces más potente y, para el 2045, un millón de veces más”. Y añadió: “Nos va bastante bien. Aunque los problemas son más graves que nunca, nuestra capacidad para hacerles frente es aún mayor”.
Pero, entonces, ¿cómo está el mundo? ¿Estamos realmente al borde de una gran catástrofe global? Aunque algunos científicos y políticos transmiten un mensaje esperanzador, muchas personas siguen mirando al futuro con recelo. ¿Por qué?

Una explosión nuclear
ARMAS DE DESTRUCCIÓN MASIVA. A pesar de todos sus intentos, las Naciones Unidas y otras organizaciones no han podido lograr el desarme nuclear. Sigue habiendo líderes desafiantes que se burlan de las políticas de control de armas. Algunos países con un historial de armas nucleares están modernizando a toda prisa sus antiguas bombas y fabricando otras nuevas aún más letales. Otras naciones que antes no contaban con armas de destrucción masiva ahora son capaces de exterminar grandes grupos de población.
Nunca ha habido tantas naciones con armamento nuclear como ahora, y eso hace que el mundo sea un lugar muy peligroso, incluso en tiempos de “paz”. “Los sistemas de armas autónomos y letales, capaces de matar sin intervención ni supervisión humana, serían particularmente inquietantes”, advierte el Bulletin of the Atomic Scientists.

Un hombre hospitalizado

NUESTRA SALUD BAJO ATAQUE. Lo que la ciencia puede lograr en temas de salud tiene límites. Hay factores de riesgo que están aumentando, como la hipertensión, la obesidad, la contaminación del aire y el consumo de drogas. Cada vez más personas mueren por enfermedades no contagiosas, como el cáncer, los problemas cardiovasculares y la diabetes. Sigue aumentando el número de personas incapacitadas por otras enfermedades, entre ellas las mentales. Y en años recientes hemos presenciado brotes impredecibles de epidemias graves como el virus del Ébola y el virus del Zika. En conclusión: las enfermedades escapan al control humano y parece que no hay una solución a la vista.


Agua y aire contaminados
EL HOMBRE ATACA A LA NATURALEZA. Las industrias siguen contaminando la atmósfera de la Tierra. Millones de personas mueren anualmente por respirar aire contaminado.
Los organismos gubernamentales, las comunidades y las personas vierten al océano aguas residuales, desechos médicos y agrícolas, plásticos y otros contaminantes. La Encyclopedia of Marine Science afirma: “Estos agentes tóxicos envenenan la flora y fauna marina, y a los humanos que se alimentan de ella”.
El agua dulce se está agotando. Robin McKie, escritor británico especializado en temas científicos, advierte acertadamente: “El mundo se enfrenta a una crisis del agua que afectará a todos los rincones del planeta”. Los políticos reconocen que la escasez de agua es principalmente un problema provocado por el hombre y que representa un gran peligro.

Un tornado
LA NATURALEZA ATACA AL HOMBRE. Las tormentas, los huracanes, tornados, tifones y terremotos causan graves inundaciones, destructivos desprendimientos de tierra y otros daños. Nunca antes habían muerto tantas personas a causa de estas fuerzas de la naturaleza o sufrido su efecto devastador. Un estudio de la NASA advierte que es muy probable que se registren “tormentas más intensas, olas de calor mortales y ciclos más extremos de inundaciones y sequías”. ¿Le asestará la naturaleza un golpe mortal a la humanidad?
Seguramente usted conoce otros factores que amenazan nuestra supervivencia, pero analizarlos no responderá sus preguntas sobre el futuro. Y lo mismo podría decirse sobre lo que afirman los políticos o los científicos. Ahora bien, como mencionamos en el artículo anterior, muchas personas han hallado respuestas convincentes a sus preguntas sobre la situación actual y el futuro. ¿Dónde puede hallarlas usted?

¿Qué dice la Biblia?


LA Biblia predijo hace muchos siglos la lamentable situación mundial que vivimos hoy. Pero no solo eso, profetizó específicamente que la humanidad disfrutará de un futuro maravilloso. Vale la pena analizar lo que dice la Biblia en vista de que tantas de sus profecías ya se han cumplido hasta el más mínimo detalle.
Analice, por ejemplo, las siguientes profecías bíblicas:
  • “Se levantará nación contra nación y reino contra reino, y habrá escaseces de alimento y terremotos en un lugar tras otro” (Mateo 24:7).
  • “En los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar. Porque los hombres serán amadores de sí mismos, amadores del dinero, presumidos, altivos, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos, desleales, sin tener cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores, sin autodominio, feroces, sin amor del bien, traicioneros, testarudos, hinchados de orgullo, amadores de placeres más bien que amadores de Dios” (2 Timoteo 3:1-4).
Estas profecías describen un mundo que parece estar fuera de control. Y, en cierto sentido, nuestro planeta está fuera de control, del control del ser humano. Según la Biblia, los humanos no tienen ni la capacidad ni el poder necesarios para solucionar los problemas de manera permanente. Esto se destaca en las siguientes citas bíblicas:
  • “Existe un camino que es recto ante el hombre, pero los caminos de la muerte son su fin después” (Proverbios 14:12).
  • “El hombre ha dominado al hombre para perjuicio suyo” (Eclesiastés 8:9).
  • “No pertenece al hombre [...] siquiera dirigir su paso” (Jeremías 10:23).
Si el mundo se dejara a su suerte, probablemente ocurriría una catástrofe global. Pero eso no sucederá. ¿Por qué? La Biblia contesta:
  • Dios “ha fundado la tierra sobre sus lugares establecidos; no se le hará tambalear hasta tiempo indefinido, ni para siempre” (Salmo 104:5).
  • “Una generación se va, y una generación viene; pero la tierra subsiste aun hasta tiempo indefinido” (Eclesiastés 1:4).
  • “Los justos mismos poseerán la tierra, y residirán para siempre sobre ella” (Salmo 37:29).
  • “Llegará a haber abundancia de grano en la tierra; en la cima de las montañas habrá sobreabundancia” (Salmo 72:16).
 Estos versículos de la Biblia dan respuestas claras. La humanidad no desaparecerá ni por la contaminación del aire ni por la falta de agua y comida ni por una epidemia mundial. La Tierra tampoco será destruida por un holocausto nuclear. Dios tiene el futuro de nuestro planeta bajo control. Es cierto, ha permitido a los seres humanos tomar sus propias decisiones, pero hará que sieguen las consecuencias de esas decisiones (Gálatas 6:7). El mundo no es un tren que va a toda velocidad y sin control hacia un final catastrófico. Dios ha limitado el daño que el ser humano puede llegar a causarse a sí mismo (Salmo 83:18; Hebreos 4:13).
Dios hará algo más: hará que reine la paz (Salmo 37:11). El enfoque positivo que da este artículo es solo una muestra del maravilloso futuro que promete la Biblia y que millones de testigos de Jehová han descubierto al estudiarla.
Los testigos de Jehová somos un colectivo mundial compuesto por hombres y mujeres de todas las edades y orígenes étnicos. Servimos al único Dios verdadero, que según la Biblia se llama Jehová. No tenemos miedo al futuro, porque la Biblia dice: “Esto es lo que ha dicho Jehová, el Creador de los cielos, Él, el Dios verdadero, el Formador de la tierra y el Hacedor de ella, Él, Aquel que la estableció firmemente, que no la creó sencillamente para nada, que la formó aun para ser habitada: ‘Yo soy Jehová, y no hay ningún otro’” (Isaías 45:18).
Este artículo ha mencionado algunas enseñanzas bíblicas relacionadas con el futuro de la Tierra y de la humanidad. Si desea más información, vea la lección 5 del folleto Buenas noticias de parte de Dioseditado por los testigos de Jehová, disponible en jw.org
También puede ver el video ¿Por qué creó Dios la Tierra?disponible en jw.org (vaya a PUBLICACIONES > VIDEOS).










martes, 21 de marzo de 2017

¿Aceptará usted el mayor regalo de Dios?

Adultos y niños de diversas razas en el Paraíso

Un regalo sin igual


EL SACAPUNTAS con forma de barco que Jordan tiene en la mano no parece gran cosa. Sin embargo, es una de sus posesiones más preciadas. Él cuenta: “Me lo regaló Russell, un viejo amigo de la familia, cuando yo era niño”. Tras la muerte de Russell, Jordan se enteró de lo importante que había sido aquel amigo en la vida de su abuelo y de sus padres, y de cuánto los había ayudado en momentos difíciles. “Ahora que conozco más detalles de él, su pequeño regalo tiene más valor que nunca”, dice Jordan.
Esta experiencia ilustra que un regalo que quizás para alguien tenga poco o ningún valor, para una persona agradecida puede llegar a ser muy valioso, algo único. En la Biblia se menciona un regalo de valor incalculable con estas conocidas palabras: “Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16).
¡Un regalo que puede dar vida eterna a quien lo recibe! ¿Podría haber un obsequio más valioso? Aunque algunas personas no lo consideren así, para los cristianos verdaderos es “precioso”, de mucho valor (Salmo 49:8; 1 Pedro 1:18, 19). Pero ¿por qué ofreció Dios la vida de su Hijo como regalo para la humanidad?
El apóstol Pablo lo explica así: “Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres” (Romanos 5:12). El primer hombre, Adán, pecó al desobedecer a Dios a propósito y por eso fue castigado con la pena de muerte. Por culpa de Adán, su descendencia —toda la humanidad— heredó la muerte.
 “El salario que el pecado paga es muerte, pero el don que Dios da es vida eterna por Cristo Jesús nuestro Señor” (Romanos 6:23). A fin de rescatar al ser humano de la condena a muerte, Dios envió a la Tierra a su Hijo, Jesucristo, para que sacrificara su vida humana perfecta por toda la humanidad. Gracias a ese sacrificio, conocido como “el rescate”, quienes pongan fe en Jesús tendrán vida eterna (Romanos 3:24).
Al hablar de las bendiciones que Dios da mediante Jesucristo a quienes le sirven, el apóstol Pablo dijo: “A Dios vayan las gracias por su indescriptible dádiva gratuita” (2 Corintios 9:15). En efecto, el rescate es un regalo tan extraordinario que no hay palabras para describirlo. Pero de entre todos los generosos regalos que Dios nos ha dado, ¿por qué es el rescate el más sobresaliente? ¿Qué lo hace diferente de cualquier otro regalo que Dios nos haya hecho? * ¿Y cómo deberíamos responder nosotros? Los siguientes dos artículos contestarán estas preguntas.