1 SEA EQUILIBRADO AL TRATAR A SUS PARIENTES
LO QUE DICE LA BIBLIA: “Honra a tu padre y a tu madre” (Efesios 6:2). Sin importar la edad que usted tenga, siempre será necesario que honre y respete a sus padres. Pero recuerde que su cónyuge también debe dedicarle tiempo a sus propios padres. “El amor no es celoso”, así que nunca se sienta amenazado por la relación que él o ella tiene con su familia (1 Corintios 13:4; Gálatas 5:26).
LO QUE PUEDE HACER:
- No exagere con frases como: “Tu familia siempre me critica” o “Tu madre nunca está contenta con lo que hago”
- Intente ponerse en el lugar de su cónyuge
2 SEA FIRME SI HACE FALTA
LO QUE DICE LA BIBLIA: “El hombre dejará a su padre y a su madre, y tiene que adherirse a su esposa, y tienen que llegar a ser una sola carne” (Génesis 2:24). Aun después de que se case, tal vez sus padres sigan sintiéndose responsables por usted y quieran involucrarse en su matrimonio más de lo que deberían.
Depende de ustedes dos decidir qué límites les pondrán y decírselo con cariño. Se puede ser franco sin ser grosero (Proverbios 15:1). La humildad, la apacibilidad y la paciencia le ayudarán a forjar una buena relación con sus familiares y a seguir “soportándose unos a otros en amor” (Efesios 4:2).
LO QUE PUEDE HACER:
- Si le preocupa lo mucho que sus parientes se meten en su vida, trate el tema con su pareja cuando estén tranquilos
- Lleguen a un acuerdo sobre cómo van a manejar estas situaciones
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