viernes, 30 de septiembre de 2016

¿Se contradice la Biblia?

Un hombre de la antigüedad escribiendo una parte de la Biblia 

La respuesta que da la Biblia

Todo lo contrario: la información que contiene la Biblia es coherente de principio a fin. Algunos pasajes pudieran dar la impresión de contradecirse entre sí, pero hay que tomar en cuenta los siguientes factores a fin de entender su verdadero sentido.
  1. El contexto. Cuando distintos pasajes de una obra se citan fuera de contexto, alguien pudiera concluir que se contradicen entre sí.
  2. El enfoque del escritor. Aunque dos testigos describan cierto suceso con exactitud, no tienen por qué usar las mismas palabras ni incluir los mismos detalles.
  3. Los datos históricos y las costumbres de la antigüedad.
  4. El sentido literal y simbólico de las palabras. Tenemos que distinguir con cuál de estos dos sentidos se está empleando cierto término.
  5. La autoría de una acción. A veces se le atribuye una acción a alguien que no la llevó a cabo personalmente. *
  6. La traducción. Es imprescindible utilizar una traducción bíblica que sea exacta.
  7. Lo que realmente enseña la Biblia. Nuestro modo de entender la Biblia podría verse afectado por ideas religiosas equivocadas.
Teniendo presentes estos factores, será más fácil aclarar las aparentes contradicciones. Los siguientes ejemplos lo demuestran.

Factor 1: El contexto

La Biblia dice que Dios “ha estado descansando”, pero también afirma que “ha seguido trabajando hasta ahora”. ¿Cómo es posible esto? La primera afirmación aparece en Génesis. Allí se declara que Dios “procedió a descansar en el día séptimo de toda su obra que había hecho”. ¿A qué obra se hace referencia aquí? Según el contexto, a las obras de creación relacionadas con la Tierra. Así que Dios descansó en el sentido de que cesó de crear (Génesis 2:2-4). Entonces, ¿por qué dijo Jesús respecto a Dios: “Mi Padre ha seguido trabajando hasta ahora”? (Juan 5:17.) Obviamente, Jesús se refería a otras obras que Dios estaba realizando, tal vez la de inspirar la Biblia o la de dirigir y cuidar a sus siervos en la Tierra (Salmo 20:6; 105:5;2 Pedro 1:21).

Factores 2 y 3: El enfoque del escritor y los datos históricos

Jesús curando a un ciego
Cuando Jesús hizo el milagro registrado en Lucas 18 yMateo 20, ¿estaba saliendo de la ciudad de Jericó, o más bien estaba entrando? El Evangelio de Lucas informa que Jesús curó a un ciego “al acercarse [...] a Jericó”. Pero el relato paralelo de Mateo dice que había dos ciegos y que Jesús los sanó “al salir [...] de Jericó” (Lucas 18:35-43; Mateo 20:29-34). En realidad, los relatos se complementan presentando distintos enfoques. Mateo fue más específico al indicar que había dos ciegos. Pero Lucas no se centró en la cantidad. Se limitó a destacar que Jesús habló con un ciego en particular, lo cual no descarta el hecho de que hubiera otro ciego. ¿Y qué puede decirse del lugar? Los arqueólogos han descubierto que en esa época Jericó se componía de dos ciudades: la antigua ciudad judía y la nueva ciudad romana. Entre ambas había una distancia de más o menos kilómetro y medio (una milla). Lo más probable es que Jesús estuviera entre las dos ciudades al realizar este milagro.

Factor 4: El sentido literal y simbólico de las palabras

¿Será destruida la Tierra, o existirá para siempre? La Biblia asegura que “la tierra subsiste siempre” (Eclesiastés 1:4Martín Nieto [MN], 1992). Esto quizá parezca contradecir otro versículo bíblico que afirma que “los elementos del mundo quedarán hechos ceniza y la tierra con todo cuanto hay en ella desaparecerá” (2 Pedro 3:10MN). Pues bien, la Biblia usa la palabra tierra en sentido literal para referirse a nuestro planeta, pero también la usa en sentido simbólico para referirse a la gente que vive en ella (Génesis 1:1; 11:1). Visto así, lo que se describe en 2 Pedro 3:10 no es la destrucción de nuestro planeta, sino “la destrucción de los hombres impíos” (2 Pedro 3:7).

Factor 5: La autoría de una acción

En Capernaum, ¿quién le pidió ayuda a Jesús: el oficial del ejército, o unos mensajeros? En Mateo 8:5, 6 leemos que el propio oficial romano acudió a Jesús; mientras que en Lucas 7:3 se dice que aquel hombre mandó a algunos ancianos de los judíos a pedirle ayuda. Lo que sucede en este caso es que el oficial fue quien decidió recurrir a Jesús, pero en vez de ir personalmente, envió a unos mensajeros.

Factor 6: La traducción

¿Somos todos pecadores, o hay cristianos que no pecan?Respecto al pecado, la Biblia enseña que todos lo heredamos del primer hombre, Adán. De modo que todos pecamos (Romanos 5:12). No obstante, algunas traducciones podrían dar la impresión de contradecir dicha enseñanza al afirmar que un cristiano “no comete pecado” o que “no pecará” (1 Juan 3:6Biblia Traducción Interconfesional; Nueva Traducción Viviente). Cabe señalar que en1 Juan 3:6, el verbo griego equivalente a pecar está expresado en tiempo presente, que en ese idioma por lo general denota una acción continua. Hay que recordar que no es lo mismo cometer errores por haber heredado el pecado —algo inevitable— que pecar de forma constante y deliberada. Tomando en cuenta esto, algunas traducciones bíblicas despejan toda posible contradicción declarando de forma exacta que nadie que sigue a Cristo “practica el pecado” o “se da al pecado” (Traducción del Nuevo Mundo; Nueva Biblia Española).

Factor 7: Lo que realmente enseña la Biblia

¿Es Jesús igual a Dios, o inferior a él? Jesús afirmó: “Yo y el Padre somos uno”, pero también declaró: “El Padre es mayor que yo” (Juan 10:30; 14:28). Para entender esas declaraciones, hay que averiguar bien lo que la Biblia enseña sobre Jesús y su Padre, en vez de tratar de meter con calzador una explicación que defienda la doctrina de la Trinidad. La Biblia no enseña que Jesús y su Padre sean parte de una Trinidad. Más bien, muestra claramente que el Padre de Jesús —que se llama Jehová— es también el Dios a quien Jesús mismo adora (Mateo 4:10; Marcos 15:34; Juan 17:3; 20:17; 2 Corintios 1:3). Por lo tanto, es imposible que Jesús sea igual a Dios.
Entonces, ¿qué quiso decir Jesús cuando declaró: “Yo y el Padre somos uno”? El contexto revela que se refería a la unidad de propósito con la que él y su Padre actúan. Unos versículos más adelante encontramos estas palabras de Jesús: “El Padre está en unión conmigo y yo estoy en unión con el Padre” (Juan 10:38). Además, Jesús ofreció a sus discípulos la oportunidad de gozar de esa misma unidad, tal como expresó en oración a su Padre: “Les he dado la gloria que me diste, para que ellos sean uno así como nosotros somos uno. Yo en unión con ellos y tú en unión conmigo” (Juan 17:22, 23).

jueves, 29 de septiembre de 2016

Adore a Jehová con su familia Parte VIIII

Un matrimonio estudiando la Biblia juntos1 FORTALEZCA SU RELACIÓN CON JEHOVÁ

Un matrimonio predicando juntos
LO QUE DICE LA BIBLIA: “‘Yo seré para ustedes padre, y ustedes me serán hijos e hijas’, dice Jehová” (2 Corintios 6:18). Dios quiere ser un buen amigo suyo, y la oración es una manera de acercarse a él. De hecho, Jehová nos invita: “Oren incesantemente” (1 Tesalonicenses 5:17). A él le gusta que le cuente sus preocupaciones y pensamientos más profundos (Filipenses 4:6). Si ora con su familia, ellos verán que Dios es muy real para usted.
Pero además de hablar con Dios, tiene que escucharlo. ¿Cómo lograrlo? Estudiando su Palabra y las publicaciones basadas en ella (Salmo 1:1, 2). Medite en lo que aprende (Salmo 77:11, 12). Para escuchar a Dios también es imprescindible que vaya a las reuniones cristianas (Salmo 122:1-4).
Otra manera de fortalecer su relación con Jehová es hablar de él a otras personas. Cuanto más lo haga, más cerca se sentirá de él (Mateo 28:19, 20).
LO QUE PUEDE HACER:
  • Dedique tiempo a orar y leer la Biblia todos los días
  • Ayude a su familia a anteponer las actividades espirituales al entretenimiento

2 DISFRUTE DE SU ADORACIÓN EN FAMILIA

Un padre se prepara para estudiar con su familia y después tienen la adoración en familia
LO QUE DICE LA BIBLIA:“Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes” (Santiago 4:8). Fije un día y una hora para tener un programa regular de adoración en familia (Génesis 18:19). Pero no solo eso: tome en cuenta a Dios en su día a día y fortalezca la relación de su familia con él. La Biblia dice: “Tienes que [...] hablar [de Jehová] cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino y cuando te acuestes y cuando te levantes” (Deuteronomio 6:6, 7). Que su resolución sea como la de Josué, quien dijo: “En cuanto a mí y a mi casa, nosotros serviremos a Jehová” (Josué 24:15).
LO QUE PUEDE HACER:
  • Elabore un programa regular de enseñanza de acuerdo a las necesidades de cada miembro de su familia
Una madre lee con su hijito; una familia representa un relato bíblico; un padre estudia con su hija

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Cuando ocurre una tragedia Parte VIII

Un esposo y su esposa lloran por la muerte de su hijo

1 CONFÍE EN JEHOVÁ

LO QUE DICE LA BIBLIA: “Ech[en] sobre él toda su inquietud, porque él se interesa por ustedes” (1 Pedro 5:7). Recuerde siempre que Dios no es el culpable de sus problemas (Santiago 1:13). Si se acerca a él, le ayudará de la mejor manera posible (Isaías 41:10). “Delante de él derramen ustedes su corazón.” (Salmo 62:8.)
Algo que también lo consolará es leer y estudiar la Biblia todos los días. Si lo hace, verá que es cierto que Jehová “nos consuela en toda nuestra tribulación” (2 Corintios 1:3, 4; Romanos 15:4). Él promete darle “la paz de Dios que supera a todo pensamiento” (Filipenses 4:6, 7, 13).
Un hombre ora con su familia en la camilla de un hospital
LO QUE PUEDE HACER:
  • Pídale a Jehová que le ayude a mantener la calma y a pensar con claridad
  • Analice todas las opciones que tenga para elegir la más conveniente

2 CUIDE DE SU FAMILIA Y DE USTED

LO QUE DICE LA BIBLIA: “El corazón del entendido adquiere conocimiento, y el oído de los sabios procura hallar conocimiento” (Proverbios 18:15). ¿Qué necesita cada miembro de la familia? Averigüe todos los detalles. Hable con ellos y escúchelos (Proverbios 20:5).
¿Y qué hay si se muere alguien a quien ama? No se avergüence de expresar sus sentimientos. Recuerde que hasta Jesús “cedió a las lágrimas” (Juan 11:35; Eclesiastés 3:4). Descansar y dormir lo suficiente también es importante (Eclesiastés 4:6). Así le será más fácil enfrentarse a la situación.
LO QUE PUEDE HACER:
  • Acostúmbrese a tener una buena comunicación con su familia antes de que ocurra una tragedia. Así, cuando surjan problemas, se sentirán cómodos hablando con usted
  • Hable con personas que hayan pasado por una situación parecida

 3 BUSQUE EL APOYO QUE NECESITA

LO QUE DICE LA BIBLIA: “Un compañero verdadero ama en todo tiempo, y es un hermano nacido para cuando hay angustia” (Proverbios 17:17). Seguro que sus amigos quieren ayudarlo, pero quizás no sepan cómo hacerlo. Dígales lo que pueden hacer por usted (Proverbios 12:25). Además, busque ayuda espiritual de quienes conocen la Biblia. Con la guía bíblica que le den, sin duda saldrá adelante (Santiago 5:14).
Si acostumbra relacionarse con personas que tienen verdadera fe en Dios y que confían en sus promesas, contará con el apoyo que necesita. También le será de mucho consuelo ayudar a quienes estén desanimados. Hábleles de su fe en Jehová y de lo que él promete. Manténgase ocupado haciendo cosas por otros y no se aleje de quienes lo aman y se preocupan por usted (Proverbios 18:1;1 Corintios 15:58).
LO QUE PUEDE HACER:
  • Hable con un buen amigo y deje que le ayude
  • Sea específico y franco al hablar de sus necesidades

martes, 27 de septiembre de 2016

Cómo educar a los hijos Parte VII


Un padre y su hijo reparan juntos la bicicleta1 AYUDE A SUS HIJOS A HABLAR CON USTED

LO QUE DICE LA BIBLIA: “Tiene que ser presto en cuanto a oír, lento en cuanto a hablar” (Santiago 1:19). Es lógico que desee que sus hijos se sientan libres de hablar con usted. Pero para ello, debe demostrarles que está dispuesto a escucharlos siempre que lo necesiten. Genere un ambiente de paz en el que se sientan cómodos para expresarse (Santiago 3:18). Si a ellos les parece que va a ser muy duro o crítico, lo más probable es que no se sinceren. Sea paciente y dígales con frecuencia que los ama (Mateo 3:17;1 Corintios 8:1).
LO QUE PUEDE HACER:
  • Esté disponible cuando sus hijos necesiten hablar
  • Converse a menudo con sus hijos, no solo cuando haya problemas

2 TRATE DE CAPTAR LO QUE REALMENTE QUIEREN DECIR

LO QUE DICE LA BIBLIA: “El que está mostrando perspicacia en un asunto hallará el bien” (Proverbios 16:20). A veces tendrá que ir más allá de las palabras para discernir lo que de verdad sienten. Los jóvenes suelen exagerar o decir cosas que en realidad no piensan. “Cuando alguien responde a un asunto antes de oírlo, eso es tontedad de su parte.” (Proverbios 18:13.) Así que no se enoje enseguida (Proverbios 19:11).
Una madre reacciona de manera exagerada por lo que le cuenta su hija
LO QUE PUEDE HACER:
  • Haga todo lo posible por no interrumpir a su hijo ni escandalizarse por lo que le cuente, sin importar lo que sea
  • Trate de recordar cómo se sentía usted y qué le parecía importante cuando tenía su edad

 3 PRESENTEN UN MISMO FRENTE

LO QUE DICE LA BIBLIA: “Escucha, hijo mío, la disciplina de tu padre, y no abandones la ley de tu madre” (Proverbios 1:8). Jehová les ha dado autoridad sobre los hijos tanto al padre como a la madre. Ambos deben enseñar a sus niños a ser respetuosos y obedientes (Efesios 6:1-3). Ellos se dan cuenta cuando los padres no están “unidos en la misma [...] forma de pensar” (1 Corintios 1:10). Por eso, si no concuerdan en algo, no discutan enfrente de sus hijos, pues puede hacer que les pierdan el respeto.
Un padre disciplina en privado a su hijo mientras su esposa y el otro hijo están en la otra habitación
LO QUE PUEDE HACER:
  • Pónganse de acuerdo en la forma de corregir a sus hijos
  • Si no tiene la misma opinión que su cónyuge sobre cómo educar a los niños, trate de entender su punto de vista

 4 DESARROLLE UN PLAN

LO QUE DICE LA BIBLIA: “Entrena al muchacho conforme al camino para él” (Proverbios 22:6). Si quiere tener éxito al educar a sus hijos, no lo deje a la casualidad. Tiene que elaborar un plan de enseñanza que incluya disciplina (Salmo 127:4; Proverbios 29:17). Disciplinar no es solo castigar, significa ayudarles a comprender por qué les pone ciertas reglas (Proverbios 28:7). Enséñeles también a amar la Palabra de Dios y a discernir los principios que se hallan en ella (Salmo 1:2). Así desarrollarán una conciencia sana (Hebreos 5:14).
LO QUE PUEDE HACER:
  • Esfuércese por que sus hijos vean a Dios como alguien real en quien pueden confiar
  • Ayúdelos a reconocer y evitar situaciones que pongan en peligro su moralidad, como las que se presentan en Internet o en las redes sociales. Enséñeles a rechazar a los depredadores sexuales
Unos padres enseñan a su hijo a servir a Jehová desde que es pequeño hasta que se bautiza
“Entrena al muchacho conforme al camino para él”