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miércoles, 16 de noviembre de 2016

¿Debería creer en la evolución? / Respuestas a 10 preguntas de los jóvenes PARTE VIII

¿TÚ QUÉ HARÍAS?

Imagina esta situación: Alex ya no sabe qué pensar. Siempre ha creído que Dios hizo el universo. Pero ahora su profesor de Biología insiste en que la evolución está probada científicamente. Alex no quiere parecer tonto y piensa: “En realidad, si los científicos aseguran que la teoría de la evolución es cierta, ¿quién soy yo para decir lo contrario?”.
Si fueras Alex, ¿creerías en la evolución solo porque los libros de texto la presentan como un hecho?

PÁRATE A PENSAR

Hay personas que, sin pensarlo dos veces, dicen que creen en la evolución o en la creación, pero no saben explicar por qué piensan así.
  • Algunos aceptan la creación simplemente porque se lo enseñaron en la iglesia.
  • Otros creen en la evolución porque es lo que aprendieron en la escuela.

 SEIS PREGUNTAS QUE DEBES HACERTE

Hebreos 3:4 dice: “Toda casa es construida por alguien, pero el que ha construido todas las cosas es Dios”. ¿Te parece razonable lo que dice aquí la Biblia?
Un joven mira una casa
Afirmar que no existe un Creador es tan absurdo como decir que esta casa se construyó sola.
AFIRMACIÓN: Todo lo que hay en el universo llegó a existir debido a una enorme explosión accidental, conocida como Big Bang.
1. ¿Qué o quién causó el Big Bang?
2. ¿Qué tiene más sentido: pensar que todo salió de la nada, o que todo se originó gracias a alguien?
AFIRMACIÓN: Los humanos venimos de los animales.
3. Si los humanos venimos de los animales —de los monos, por ejemplo—, ¿por qué somos muchísimo más inteligentes que ellos?
4. ¿Por qué hasta las formas de vida más “simples” son tan increíblemente complejas?
AFIRMACIÓN: La evolución es un hecho probado.
5. La persona que hace esta afirmación, ¿lo ha investigado por sí misma?
6. ¿Cuántas personas aceptan la evolución tan solo porque se les ha dicho que toda la gente inteligente cree en ella?
“Imagínate que vas caminando por el bosque y te encuentras una bonita casa de madera. Seguro que no pensarías: ‘¡Qué casualidad! Aquí debieron caer unos cuantos árboles y formaron esta casa’. No tendría sentido. Así que, ¿por qué deberíamos creer que todo el universo surgió por casualidad?” (Julia).
“Si alguien te dijera que hubo una explosión en una imprenta, que la tinta se esparció por todas partes y que de ahí salió un diccionario, ¿lo creerías?” (Gwen).

 ¿QUÉ RAZONES TENGO PARA CREER EN DIOS?

La Biblia te recomienda que uses tu inteligencia (Romanos 12:1). Es decir, que tu fe no debería basarse solo en:
  • UN SENTIMIENTO: “Algo me dice que debe existir una fuerza superior”.
  • LO QUE CREEN LOS DEMÁS: “La gente que me rodea cree en Dios”.
  • LO QUE ALGUIEN QUIERE QUE CREAS: “En mi casa me dicen que tengo que creer en Dios”.
En vez de dejarte llevar, deberías tener razones de peso para creer lo que crees.
“Cuando el maestro explica en clase el funcionamiento del cuerpo humano, me convenzo todavía más de que Dios existe. Cada parte, por insignificante que parezca, tiene una función. Normalmente ni siquiera nos damos cuenta de lo que pasa dentro de nuestro cuerpo. ¡Es impresionante!” (Teresa).
“Cuando veo un rascacielos, un barco o un automóvil, me pregunto: ‘¿Quién lo habrá construido?’. Por ejemplo, se necesita a alguien inteligente para diseñar un vehículo porque tiene un montón de piezas pequeñas, y todas deben encajar y funcionar perfectamente. Así que, si un automóvil tiene un diseñador, el ser humano también” (Richard).
“Mientras más aprendía de ciencias, menos creíble me parecía la evolución. [...] Pienso que hace falta más fe para creer en la evolución que para creer que existe un Creador” (Anthony).

PIENSA EN ESTO

Aunque los científicos llevan mucho tiempo investigando, siguen teniendo opiniones muy distintas sobre el proceso de la evolución. Si ni siquiera ellos se ponen de acuerdo en este asunto —y se supone que son los expertos—, ¿qué tiene de malo que tú cuestiones esta teoría?

miércoles, 26 de octubre de 2016

¿Cómo puedo comunicarme con mis padres? / Respuestas a 10 preguntas de los jóvenes PARTE III

POR QUÉ ES IMPORTANTE
Si te llevas bien con tus padres, disfrutarás más de la vida.

¿TÚ QUÉ HARÍAS?

Imagina esta situación: es miércoles por la tarde. Geoff, de 17 años, ya ha terminado sus tareas y por fin es el momento de relajarse. ¡Se lo merece! Enciende la tele y se tira en su sillón favorito.
Entonces, su padre aparece por la puerta con cara de pocos amigos.
“¡Geoffrey! ¿Qué haces perdiendo el tiempo viendo la tele? ¿No deberías estar ayudando a tu hermano pequeño a hacer las tareas? ¡Nunca haces lo que se te manda!”.
“Ya empezamos”, dice Geoff entre dientes.
Su padre se acerca y le pregunta: “¿Qué dijiste?”.
“Nada, papá”, suspira Geoff poniendo mala cara.
Su padre está muy molesto. “¡A mí no me hables en ese tono!”, le dice.
Si fueras Geoff, ¿qué habrías hecho para evitar esta situación?

PÁRATE A PENSAR

Si vas conduciendo un vehículo y te encuentras la carretera cortada, buscas una ruta alternativa. De la misma manera, puedes buscar otras formas de comunicarte con tus padres.
 POR EJEMPLO:
“Me cuesta comunicarme con mi padre —cuenta Leah—. A veces, después de un rato hablándole, me pregunta: ‘Perdona, ¿me decías algo?’”.
LEAH TIENE AL MENOS TRES OPCIONES
  1. Gritarle a su padre.
    Leah le dice gritando: “¡Escúchame! ¡Es importante!”.
  2. No hablar más del tema.
    Leah simplemente decide dejar de hablar con su padre del problema.
  3. Buscar otro momento para hablar.
    Leah habla con su padre más tarde o le escribe una carta explicándole el problema.
¿Qué opción le recomendarías a Leah?
PIENSA EN ESTO: El padre de Leah está pensando en otras cosas y no se ha dado cuenta de nada. Si Leah eligiera la opción A y le gritara, probablemente su padre no entendería por qué se pone así. Seguramente, Leah no conseguiría que la escuchara. Además, sería una falta de respeto a su padre (Efesios 6:2). Esta opción no es buena para ninguno de los dos.

Un automóvil se encuentra una carretera cortada

Aunque haya obstáculos en el camino, puedes encontrar alternativas para hablar y entenderte con tus padres.
Aunque la opción B es la más fácil, no es la más inteligente. ¿Por qué? Porque si quiere solucionar sus problemas, Leah tiene que hablar con su padre. Y él necesita saber qué le pasa para ayudarla. El silencio no consigue nada.
En cambio, con la opción C, Leah no permite que un obstáculo ponga fin a la conversación. Más bien, trata de hablar sobre el tema en otro momento. Y si decide escribir una carta a su padre, probablemente se sentirá mejor.
Escribir una carta puede ayudarle a Leah a explicarle bien a su padre lo que quiere decir. Cuando su padre lea la carta, entenderá mejor lo que le pasa. La opción C es buena para Leah y para su padre. Ya sea que hablen cara a cara o le escriba una carta, esta opción está de acuerdo con el consejo bíblico de seguir “tras las cosas que contribuyen a la paz” (Romanos 14:19).
¿Qué otras opciones tiene Leah?
Piensa en alguna otra opción y en cuál podría ser el resultado.

 EXPRÉSATE CON CLARIDAD

Recuerda: lo que tú dices no siempre es lo que tus padres creen que has dicho.
POR EJEMPLO:
Tus padres te preguntan por qué estás de mal humor. Tú les respondes: “No quiero hablar de eso”.
Pero ellos puede que entiendan: “Ya no confío tanto en mis padres. Solo hablaré de mis problemas con mis amigos”.
Imagina que te enfrentas a un problema complicado y uno de tus padres quiere ayudarte, pero tú dices: “No te preocupes, puedo arreglármelas yo solo”.
  • ¿Qué podrían entender tus padres?
  • ¿Qué sería mejor que dijeras?

martes, 25 de octubre de 2016

¿Por qué me preocupa tanto mi físico? / Respuestas a 10 preguntas de los jóvenes PARTE II

POR QUÉ ES IMPORTANTE
Hay cosas mucho más importantes que las que ves en el espejo.

¿TÚ QUÉ HARÍAS?

Imagina esta situación: cuando Julia se mira en el espejo, se ve supergorda. “Tengo que adelgazar”, piensa. Y eso que sus padres y sus amigos le dicen que está tan flaca como un fideo.
Julia lleva un tiempo pensando en tomar medidas drásticas para perder “solo” un par de kilos (unas cinco libras). Lo único que tiene que hacer es pasar hambre unos días...
Si te sintieras como Julia, ¿qué harías?

PÁRATE A PENSAR

Una adolescente se mira en el espejo y ve una imagen de sí misma distorsionada y con sobrepeso
Es posible que la visión que tengas de tu físico esté distorsionada.
No está mal que te preocupes por tu físico. De hecho, la Biblia destaca la belleza de varios hombres y mujeres, como Sara, Raquel, José, David y Abigail. Por ejemplo, de una mujer llamada Abisag se dice que era “hermosa en extremo” (1 Reyes 1:4).
Sin embargo, muchos jóvenes están obsesionados con su apariencia. Y esto les puede causar graves problemas. Piensa en lo siguiente:
  • En un estudio, el 58% de las chicas afirmaban tener sobrepeso, cuando en realidad solo el 17% de ellas lo tenían.
  • Otro estudio realizado entre mujeres que estaban por debajo de su peso ideal reveló que el 45% de ellas creían estar gordas.
  • Algunos jóvenes, obsesionados por adelgazar, han llegado a sufrir anorexia. Este es un trastorno alimentario que pone la vida en peligro y que consiste en dejar de comer.
 Si tienes síntomas de anorexia o de otro trastorno alimentario, pide ayuda. Cuéntaselo a tus padres o a otro adulto de confianza. La Biblia dice: “Un compañero verdadero ama en todo tiempo, y es un hermano nacido para cuando hay angustia” (Proverbios 17:17).

LO MEJOR QUE PUEDES HACER

En realidad, la belleza interior es la que nos hace verdaderamente atractivos. Fíjate en lo que dice la Biblia sobre Absalón, el hijo del rey David:
“No se hallaba ningún hombre tan hermoso en todo Israel como para ser alabado tanto. Desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza no se hallaba en él defecto alguno” (2 Samuel 14:25).
Pero era un joven muy orgulloso, ambicioso y traidor. Por eso, la Biblia no habla muy bien de él; más bien, lo presenta como un hombre desleal y un asesino lleno de odio.
Con razón, la Biblia nos aconseja:
“Vístanse de la nueva personalidad” (Colosenses 3:10).
“Que su adorno no sea el de trenzados externos del cabello [...], sino que sea la persona secreta del corazón” (1 Pedro 3:3, 4).
No hay nada de malo en que quieras tener un buen aspecto, pero tu personalidad es muchísimo más importante que tu apariencia. A la larga, la gente se fijará más en tus cualidades que en tu físico. “Si eres bella por fuera, captarás de inmediato la atención —dice una muchacha llamada Phylicia—, pero lo que hará que la gente te recuerde con cariño es lo que eres por dentro, tus buenas cualidades”.

ECHA UN VISTAZO A TU IMAGEN

¿Te disgusta tu físico?
¿Has pensado alguna vez en hacerte una operación de cirugía estética o seguir una dieta extrema para corregir algún defecto físico?
¿Qué cosas cambiarías de tu físico?
  • ESTATURA
  • PESO
  • PELO
  • FORMA DEL CUERPO
  • CARA
  • CUTIS
Si has contestado “sí” a las dos primeras preguntas y has elegido tres o más opciones en la tercera, piensa en esto: es muy probable que los demás no te vean tan mal como te ves tú. Ten en cuenta que es fácil irse a los extremos y preocuparse demasiado por el aspecto (1 Samuel 16:7).

lunes, 24 de octubre de 2016

¿Quién soy en realidad? ,Respuestas a 10 preguntas de los jóvenes PARTE I

A una chica joven le ofrecen una botella de cerveza abierta y ella se lo está pensando

¿TÚ QUÉ HARÍAS?

Imagina esta situación: Karen lleva unos diez minutos en una fiesta y, de repente, oye una voz conocida detrás de ella:
“¿Qué haces ahí sola?”.
Cuando mira hacia atrás, ve a su amiga Jessica, que viene con dos cervezas. Le ofrece una y le dice: “Ya no eres una niña. Puedesdivertirte un poco, ¿no?”.
Karen no quiere tomar alcohol porque es menor de edad, pero tampoco quiere que su amiga piense que es una aburrida. Además, Jessica es una buena chica. Si ella bebe, no será tan malo. “Solamente es una cerveza —piensa—. No es como tomar drogas”.
Si fueras Karen, ¿qué harías?

PÁRATE A PENSAR

Para tomar buenas decisiones en situaciones como esta, necesitas tener una identidad. La identidad es un sentimiento que te dice quién eres y cuáles son tus valores. Tener esto claro te protege y te da fuerzas para controlar tu vida en vez de dejar que otros lo hagan por ti (1 Corintios 9:26, 27).
¿Cómo puedes conseguir esa fortaleza? Para empezar, analizando las siguientes preguntas.

 1. ¿CUÁLES SON MIS PUNTOS FUERTES?

Si sabes cuáles son tus puntos fuertes, es decir, tus talentos y cualidades, tendrás más confianza en ti mismo.
EJEMPLO BÍBLICO. El apóstol Pablo escribió: “Aunque yo sea inexperto en el habla, ciertamente no lo soy en conocimiento” (2 Corintios 11:6). Como conocía muy bien las Escrituras, se mantuvo firme cuando lo criticaron. No permitió que los comentarios negativos le hicieran perder la confianza en sí mismo (2 Corintios 10:10; 11:5).
ANALÍZATE. Escribe un talento o habilidad que tengas.
Ahora anota una de tus mejores cualidades (por ejemplo, si eres bondadoso, generoso, confiable o puntual).

2. ¿CUÁLES SON MIS PUNTOS DÉBILES?

Tal como una cadena se rompe por su eslabón más débil, tú podrías perder en un instante tu identidad, es decir, olvidarte de quién eres, si te dejas dominar por tus puntos débiles.
EJEMPLO BÍBLICO. Pablo conocía sus debilidades. Por eso escribió: “Verdaderamente me deleito en la ley de Dios conforme al hombre que soy por dentro, pero contemplo en mis miembros otra ley que guerrea contra la ley de mi mente y que me conduce cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros” (Romanos 7:22, 23).
ANALÍZATE. ¿Qué punto débil necesitas aprender a controlar?

 3. ¿QUÉ OBJETIVOS TENGO?

¿Subirías a un taxi y le pedirías al conductor que diera vueltas a la manzana hasta que se quedara sin gasolina? Eso sería absurdo, ¿verdad? Y además te saldría muy caro.
¿Cuál es la lección? Si te pones objetivos en la vida, no estarás dando vueltas sin sentido. Sabrás hacia dónde vas y cómo llegar.
EJEMPLO BÍBLICO. Pablo escribió: “Yo no corro sin una meta” (1 Corintios 9:26La Palabra de Dios para Todos). En vez de ir sin rumbo por la vida, dejando que las cosas siguieran su curso, Pablo se puso objetivos y dedicó su vida a alcanzarlos (Filipenses 3:12-14).
ANALÍZATE. Escribe tres objetivos que te gustaría alcanzar en este año.

4. ¿EN QUÉ CREO?

Un árbol de raíces profundas aguanta un viento fuerte
Si tienes clara tu identidad, serás como un árbol de raíces profundas que aguanta fuertes tormentas.
Si no estás convencido de lo que crees, serás una persona indecisa. Cambiarás constantemente para parecerte a tus amigos, tal como el camaleón cambia de color para adaptarse a su entorno. Quien actúa así no tiene una identidad propia.
Por el contrario, si eres fiel a tus ideas —sin importar lo que hagan los demás—, no perderás tu identidad.
EJEMPLO BÍBLICO. Probablemente, Daniel solo era un adolescente cuando lo separaron de su familia. A pesar de ello, “se resolvió en su corazón” a obedecer las leyes de Dios (Daniel 1:8). Se negó a perder su identidad y vivió fiel a sus convicciones.
ANALÍZATE. ¿En qué crees? Por ejemplo: ¿Crees en Dios? ¿Por qué? ¿Qué te ha convencido de que existe?
¿Piensas que las normas morales de Dios te benefician? ¿Por qué?
A fin de cuentas, ¿qué prefieres ser: una hoja que se lleva el viento, o un árbol que resiste hasta las tormentas más fuertes? Si quieres ser como el árbol, esfuérzate por reafirmar tu identidad. Esto te ayudará a responder a la pregunta: ¿Quién soy en realidad?